sábado, 8 de mayo de 2010

Héctor “Tigre” Saldivia: “creo que no hay campeón sin derrota”

No puso excusas en su derrota en Las Vegas
Héctor “Tigre” Saldivia: “creo que no hay campeón sin derrota”

La misma tierra de los vientos, que lo vio partir con sus bolsones cargados de ilusiones a tierras norteamericanas lo recibió en la mañana de ayer con una suave brisa y cálido sol en el aeropuerto de Km. 9. Héctor David "Tigre" Saldivia y su técnico Robinson Zamora, se reencontraron con sus seres queridos y sus afectos.
El cansancio del extenuante viaje se denotaba en sus rostros que no ocultaban la alegría por respirar los aires patagónicos. Atrás quedaron la fastuosidad, y las luces de neón de aquella noche en el MGM de Las Vegas, la ciudad que nunca duerme según cuentan. Atrás quedan también la pelea con el marroquí Said Ouali y el negativo resultado. Son gajes del oficio para cualquier deportista, más cuando profesionalmente se ingresa al primer nivel de un deporte de contacto. Importa el ahora y lo que vendrá, y ahora es el reencuentro.
Al "Tigre" se lo ve victorioso en esa primera y tierna mirada seguida de un largo beso con su novia Alejandra, y en los abrazos de familiares de uno y del otro que se confunden con esos amigos y admiradores que lo fueron a recibir.

"No hay excusas"

"Estoy muy contento de estar nuevamente con mi gente, un poco triste, pero, ya estamos con la cabeza fría y preparado para seguir en la lucha." "No hay victorias sin derrotas, ni derrotas, sin por qué, el corazón sabe como, cuando lo dejan saber" señala una frase de una canción de José Larralde; y tal vez los por qué del "Tigre", no sean tan desentrañables como algunos puedan llegar a suponer.
Lo explicó fácil: "De aquí en adelante a seguir con el trabajo, tampoco hay ninguna excusa de nada, sabemos que fuimos a pelear al primer nivel, me traicionó un poco el instinto y la confianza; sabía que lo tenía y me agarró de contra y fui a la lona y no tuve la recuperación que quería; pero no pongo ninguna excusa, sabemos que la mano entró… yo estaba muy bien, hicimos una gran preparación; para la próxima ya sabemos el plan a seguir, después de la pelea nos "bajoneamos" un poco, pero estamos listos para seguir en camino".

El estar lejos de los afectos y muy cerca de la gloria

Lo habían dejado entrever en cada charla telefónica ya sea en California o en Las Vegas. No es fácil estar lejos de casa, se extraña desde las calles de tierra, y esas miradas que todos pegamos cada día, aunque sea una vez, hacia un lado el Chenque o hacia el otro el mar. "Se extrañó todo, la gente, la familia, estuvimos casi 50 días fuera de casa, pero aquí estamos nuevamente con toda nuestra gente, la verdad que es una alegría enorme encontrarme con la familia, con mi novia que la extrañé mucho".
La experiencia: "Fue un sueño estar allá, creo que es lo que todo boxeador anhela, no se nos cumplió lo que íbamos a buscar; pero sabemos que nos deja muchísima experiencia, es un error que no vamos a volver a cometer, y vamos a trabajar para eso. Este viaje sirve para darnos cuenta que no estamos lejos de ellos; creo que aquí trabajamos muy bien, de mi parte, traté de dejar a Comodoro en lo más alto; pero no se me dio. Espero no haber defraudado a mi gente; ya que fui a dejar todo por mi parte y anhelo volver pronto por una revancha".

"No hay campeón sin derrota"

La pólvora sigue estando intacta, las ambiciones también. Serán 4 ó 5 días de descanso merecido y luego de vuelta al ruedo. Es lo que demuestra el Tigre Saldivia y lo transmite. "Creo que no hay campeón sin derrota; y yo quiero llegar a lo más alto; y ahora más que nunca; esto me hace más fuerte para seguir trabajando, luchando y lograr más que nunca lo que quiero"; promete el niño-hombre, y recuerda que su promotor Arano, ha prometido un próximo evento con un rival a designar, tal vez dentro de 60 días en la ciudad que lo vio nacer.
"Fueron 8 horas de bronca, 8 horas de decir largo todo, no peleo más, pero en todo ese tiempo -como me dijo Arano- ponga la cabeza en el freezer y que baje los decibeles y hoy más que nunca quiero regresar, quiero romper al que me pongan adelante".
(M.G.)


Abre las puertas de su pupilo, aunque también apuesta a una nueva oportunidad

"Con el "Tigre" no tenemos nada firmado; si estamos juntos es porque nos respetamos"

Se abrazó fuertemente con su esposa Ramona, sus hijas y nietos como siempre en cada regreso de viaje, aunque en esta ocasión como si fuese un soldado que llega de la guerra por los casi 50 días sin verse, solo conformándose con escucharse mutuamente por teléfono.
El entrenador municipal de boxeo que ostenta el orgullo de haber dado el primer campeón mundial de boxeo para la ciudad (y la provincia del Chubut), y llevó a la elite mundial a Héctor Saldivia, Robinson Rodrigo Zamora, no derrochó optimismo pero sí un lado satisfactorio luego de la experiencia en Estados Unidos: "Tenemos una nueva oportunidad, porque se dieron cuenta que la pelea estaba para cualquiera de los dos; y ahora se viene una nueva pelea en nuestra ciudad, con un rival de fuste y después otra oportunidad más seguramente con un rival de nivel para volver a posicionarnos en el ranking; y tener otra chance a nivel mundial, como dijo la gente del Golden, seguramente será en Las Vegas" señaló Zamora, acotando que "acá no se terminó la carrera del "Tigre", todo lo contrario, él ha quedado muy bien y vamos a seguir luchando y trabajando...".

Lo traicionó el instinto

Fue breve en su declaración respecto a la efímera pelea de su pupilo: "El "Tigre" puso todo lo que tenía que poner, fue increíble, pasamos de la euforia y la gloria a la derrota. "Héctor es un tigre, y como a un tigre, lo traicionó el instinto, no hay que desesperarse y no bajar los brazos" comentó el entrenador comodorense que años atrás estuvo en el rincón cuando se coronara campeón del mundo Mosca Víctor "Cococho" Godoi.
Respecto a lo que se viene, destacó: "Esto es así, vamos a dar un paso atrás para tomar mayor impulso, y como le dije a Héctor, entre los dos no hay nada firmado, ni un solo papel. Es más, en este momento ni siquiera tenemos un contrato firmado con Arano; entonces si estamos juntos es porque nos respetamos, nos necesitamos para tratar de lograr un título del mundo y cuando él encuentre o vea en otro técnico un lugar mejor para entrenar se puede ir cuando quiera. Tiene las puertas abiertas, aparte sabe muy bien que a mí, a esta altura de mi vida no me gusta viajar, prefiero estar con mi familia, con mis nietos y disfrutarlos a ellos. Eso está clarísimo y lo sabe muy bien, él dice que va a seguir conmigo. Juntos podremos tener una oportunidad más, pero esto es muy duro y tengo mucho afecto por él, no porque sea el novio de mi hija, eso es aparte del boxeo, tengo un gran afecto por él como por otros chicos de la Escuela" señaló el entrenador.
Para terminar con una frase contundente: "Con Héctor me cuesta mucho estar en el rincón, es muy emotivo, pero él me ha dicho que quiere continuar conmigo, quiere ser campeón del mundo, entonces lo voy a acompañar una vez más".

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